lunes, 26 de septiembre de 2011

Tan pequeño y tan GRANDE


Eso es lo que son para nosotros Ecuador y también su Ecuatoriano, artista, Gustavo López.
Entramos a este nuevo país sin saber mucho. Nos encontramos con que en tamaño es pequeñísimo (al lado de los países que venimos conociendo) y que su combustible es accesible para nosotros (llenamos el tanque con 15 dólares). Con esto nos sentimos tranquilos de tener la posibilidad de recorrer al máximo las carreteras y pegarle las mil vueltas que querramos al país.
Ecuador te permite en un mismo día estar en la playa, la sierra y la selva… (al menos a los que tienen un vehículo que alcance altas velocidades). Nosotros con La Mas Linda nos tomamos nuestro tiempo, paramos, miramos, conocemos y el cambio de paisaje lo hacemos con diferencias de días o semanas. Es que es tan rico y bello el país, su gente, que deseamos saborearlo lentamente.
La sociedad Ecuatoriana  es muy conservadora en su modo de vivir y ver la vida. Siguen el mandato: estudiar, casarse, trabajar, y así. No entienden normalmente nuestro viaje, por lo general la pregunta es: ¿y para qué? ¿y por qué? O, al enterarse que Guille antes era abogado: “¿y no te convenía seguir siendo abogado antes que esto?”… Sucumbe la respuesta y los deja con la mirada perdida, pensando: “Es que nosotros creemos que no importa lo que convenga, importa lo que nos haga feliz”.
Sin embargo, a pesar de la diferencia en el vivir y pensar nos han recibido con calidez en cada pueblo o ciudad. La gente se acerca, la gente pregunta, la gente nos da la bienvenida.

Decidimos esquivar la ruta tradicional de la mayoría de los viajeros que encontramos en el camino y nos dirigimos hacia el sur este, transitando ciudades y pueblos para nada turísticos aunque sí muy hermosos, verdes, húmedos. Subiendo y más que nada bajando, entre lluvias y lloviznas y a veces un poquito de sol conocimos Loja, Vilcabamba, Zamora, Gualaquiza, Macas, Puyo. Y volvimos a subir y conocimos Baños de Agua Santa, Riobamba y finalmente Cuenca. Y en tanta voltereta conocimos a Yaa (Estrella) y a Tuna (Cascada), dos pequeños descendientes de indios Shuar, a Wilo, a Byron, a Antonio, a Patricio y a Mario Giovani que nos recibieron tan amablemente en su hogar, a Bianca y a Jochen, al muchacho de la farmacia que le pidió un autógrafo a Guille porque era el primer argentino que conocía! Y conocimos a los monos, con los que tanto nos divertimos y enternecimos.
 Las personas en este país no perdieron la amabilidad que tan lejos quedo en otros lugares, aquí es cotidiano decir: Buen día, Gracias, Por favor, No hay de qué. En ciudades como Cuenca la gente aun se trata de “Veci” y se ayuda diariamente al pedido de: “Veci, buen día, me ayudaría con…”.
Al llegar a Cuenca nos encontramos con una ciudad de 500.000 habitantes entre sierras y cuatro ríos. En muchos aspectos nos recordó mucho a Córdoba. Cuenca recibe a miles de turistas de todo el mundo, se respira la bohemia en la Calle Larga, el arte vive en todas sus formas. Y en una de esas callecitas fue donde ocurrió el encuentro con Gustavo, un día lo encontramos… “teníamos que encontrarlo” (eso sentimos hoy viendo como sucedió todo). Gustavo López Moreno es un GRAN artista en una pequeña persona. Un hombrecito de pelo blanco y muchas arrugas, cada arruga nos conto una historia. El pinta, se divierte y juega. 


Gustavo es sabio, bello, mágico y con un corazón y una generosidad enorme. Nos sorprendió cada día que pasamos en su atelier/galería. Gustavo sabe de artes plásticas, fue actor, historiador, filósofo; es rockero de alma, padre y esposo, y abundaron las charlas, los poemas y la música en su compañía. Una vez más despegar será difícil, muy difícil pero nos llevamos tanto adentro de lo compartido, y algunas palabras suyas (fragmento de su poema ”Divagaciones”) que también queremos compartir…
Porqué buscar entonces comprensión?
De lo que está en todos palpitando.
de algo que nos anima
o nos destruye
y que no necesita ser pensado
ni precisa palabras repetidas
estériles, cansadas,
porque es bueno tener algún misterio
que agite nuestras almas
que incite a nuestras vidas
a ser vidas
que nos haga mover si estamos quietos
ya que estamos dormidos
los despiertos…
Nos despedimos desde Ecuador, rumbo a Guayaquil… “La Bombi, La Monina y El traga Ozono” (como nos apodó nuestro gran amigo Gustavo)

2 comentarios:

  1. es muy lindo esto dianitaaaa! me pone mas q feliz x vos y tu compañero de vida... mucha buena vibra para ambos!

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  2. Anita! gracias a vos por acompañarnos en este gran viaje leyendo lo q publicamos. Un fuerte fuerte abrazo

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