sábado, 11 de agosto de 2012

¡Corazón Chapín!


Guatemala nos abrazó desde el primer día y aún lo sigue haciendo, y para nosotros siempre va a ser un país al que recordaremos como familia.
Tal vez porque sus paisajes verdes, cargados de montañas atravesadas por ríos cristalinos, nos hicieron acordar a Costa Rica (y un poco a Ecuador) donde gente hermosa, a la que recordamos a diario nos trató como a sus hijos, hermanos, amigos…  Tal vez porque tuvimos la suerte de conocer "Chapines" (como se conoce a los Guatemaltecos) amables y hospitalarios que no dudaron un segundo en abrirnos las puertas de sus casas y brindarnos mil oportunidades de conocer su cotidiano, su trabajo, comidas, amigos, reuniones, pasiones…
 Sin dudas es un poco de todo esto lo que hace que sigamos disfrutando de sus bondades.
Los últimos días en Honduras fueron intensos, comenzando por un viaje largo y complicado desde Tegucigalpa hasta Copán Ruinas en el que Lamaslinda sufrió el desastrozo estado de las carreteras y amagó un par de veces con no querer avanzar un metro mas, sin embargo… como siempre… nos llevo a destino.
Copán Ruinas, pueblito de calles adoquinadas metido allá arriba en la ladera de la montaña, recibe a diario turismo de todo el mundo que visita las ruinas Mayas de Copán, pertenecientes a la cultura que tan de moda se encuentra este año principalmente, a causa de uno de sus calendarios y las malas interpretaciones que se dieron al mismo.
Aquí pudimos sentir todo el amor y el desprecio que el ser humano es capaz de dar, lo primero gracias a Oscar (dueño de un hospedaje que nos dio lugar para que nosotros podamos dormir en la camioneta y Milton y Nahuel pusieran su carpa durante los días que nos quedamos allí) y lo segundo gracias a una señora que nos vio vendiendo nuestras artesanías en la calle y de aburrida que estaba nomás llamó a un municipal para que nos eche, porque somos extranjeros y le robamos el trabajo a los demás.
Sólo nos dejaron vender el fin de semana, lo suficiente para que podamos juntar la plata para conocer las ruinas, que no cuentan con un solo cartel explicativo para que contratemos un guía que cobra 50 dolares!!! Imposible para nosotros, por lo que paseamos varias horas por el verde césped, entre antiguas construcciones de las que no pudimos aprender nada. Sin embargo uno siempre aprende algo y guiados por el aleteo impactante de las guayas (como un papagayo enorme, todo rojo con varias plumas de distintos colores) nos encontramos con una señora, abuela ya, que estaba allí por 5° vez ya que según nos dijo, ese era SU lugar de paz. Nos sentamos con ella y charlamos un buen rato, disfrutando de la compañía mutua. No sentimos nada parecido a lo que vivimos en Machu Pichu, aunque se repitieron ciertos patrones como ser los extensos campos de pasto y la lluvia, ambas cosas totalmente disfrutadas por nosotros.
Una vez en Guatemala despedimos a Nahuel y Milton y llegamos a Cobán, donde nos esperaba Panchete, miembro del Club de VW de esa ciudad. El, su esposa Karla, Alejo, Ña Cristy, Dani, Axel, Meme y su Señora, el Profe y todos sus familiares nos compartieron una partecita de su vida. Juntos disfrutamos la pasión por los VW, las Orquídeas, el fútbol y los frijoles. Entre todos nos ayudaron muchísimo ya que pudimos pintar murales, vender artesanías, recuperar parte de la información que nos habían robado en Nicaragua, tunear a Lamaslinda y confeccionar calcos del viaje. 
Estando allí aprovechamos a visitar Semuc  Champey, una reserva increíble donde un río se mete dentro de la montaña, para salir 300 mts.  adelante, formando piscinas verdeazules de aguas transparentes paradisíacas. Acampamos una noche allí haciendo un fueguito temprano y durmiendo en la oscuridad absoluta y bajo un aguacero hermoso para despertar temprano al día siguiente y seguir disfrutando de unos de los lugares más hermosos que conocimos en el viaje hasta el momento.
Después de tres semanas seguimos viaje, con la idea de pasar una noche en Ciudad de Guatemala y seguir hacia Antigua rápidamente. Pero el camino nos condujo hacia la casa de “los Rodriguez” de la mano de Andrea, y conocimos una familia hermosa, muy alegre y compañera, que nos adoptó al instante, con risas y cafecitos. En verdad nosotros nos adoptamos a una hermosa forma de vivir, con muchas sonrisas, con mucho de lo que aprender y de lo cual imitar. 

Aún estamos en casa de los Rodriguez, casa bella y muy bien cuidada, con carteles que tienen frases, repartidos por todos los rincones. ¿Lo mejor? que cada cartelito no sólo decora, además reflejan el corazón y la mirada con la que los Rodriguez encaran la vida. Conviviendo cinco “hermanos”, todos hermosas personas, riéndonos muchísimo y haciendo mil planes para cada semana. Con una “mamá Mirna” que hace los mejores cafecitos del mundo, que cocina como pocas, que tiene una dulzura en su mirada y su sonrisa que nos contagian de paz; y  un “papá Oscar” de un corazón definitivamente muy generoso…
Como dijo Andy, un amigo del viaje, “estamos reforestando Latinoamérica” ya que llevamos pintados unos 15 árboles aproximadamente; pintando encontramos una manera de llegar al alma y valernos la vida, estamos sembrando colores... Por suerte Guatemala nos llenó de posibilidades para hacer nuestro trabajo. 

Tan cerquita de llegar a México, quizás ya podríamos estar allí, pero como siempre la magia del viaje maneja los tiempos y la exactitud de las fechas se evapora con ellos. Iremos avanzando cuando llegue el momento y ya no tengamos trabajo por realizar, y entonces, una vez más dejaremos el corazón con una familia y desearemos encontrar el modo de dar las GRACIAS más sinceras a estas personitas que nos ayudan a viajar, vivir y ser…

5 comentarios:

  1. Es hermoso lo que hacés Diana! Tus árboles en particular me encantan! La experiencia de Semuc Champey creo que también es una de las más hermosas de las que vengo leyendo. Qué sigan encontrándose con más felicidad y más amor!

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  2. Chicos muy linda la experiencia y las cosas que les suceden. De las cosas malas mejor ni hablar ni darle mucho apunte. Me imagino la alegria que sienten cada mañana al no sentir que un dia es igual al inmediatamente anterior no? Eso no tiene precio definitivamente.
    Un abrazo y los sigo leyendo, hasta pronto.

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  3. Guille querido, te mando un abrazo grande, me enteré de tu travesía hace un par de días estando en Raafela! Quién diría que estarías dando vueltas con total libertad en esos años de derecho, Liotti y Cándido Pujato 2891, jajaja.
    Espero siga todo bárbaro y mucha suerte!
    Martín Rodríguez Duch

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  4. Guille y Diana, los felicito por lo que están haciendo. Que hermosa experiencia!!!! Luci me va manteniendo al tanto de lo que hacen.

    Sigan así!!!!!!!!! Muchas Suerte!!!!
    Araceli (amiga Lu)

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  5. Lindos, lindos y lindos, los quiero y los extraño mucho...¿cómo va todo por allá?, no sé como contactarlos!.
    Muchos besos
    La Jalaora y ex compañera de hogar
    Clari

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