sábado, 6 de septiembre de 2014

Descubriendo un nuevo mundo


Pasar tantos meses sin escribir no significa una ausencia de experiencias vividas, de lugares conocidos o nuevas amistades, todo lo contrario, a veces pasan tantas cosas que quien escribe no encuentra el espacio para plasmar lo que quiere contar en palabras.
Asi nos encontramos hoy ya en Recife, Brasil rememorando todo lo que paso en esta larga travesia después de meses sin escribir en nuestro blog.
Mientras Venezuela entraba en una crisis terrible, nosotros desde la gran sabana solo oíamos noticias llegar sobre lo que ocurria. Estabamos a punto de dejar el país, la visa se nos vencía pero como nada es por casualidad una mañana vendiendo artesanías la vecina de enfrente, vestida de oficinista (ese traje que después llamaríamos de “disfraz” tras lograr conocer bien a la señorita que detrás se encontraba) se acerco a comprarnos algunas postales (de una serie que ofrecíamos “a colaboración”) y nos dijo que quería ayudarnos en lo que necesitaramos, un baño, lavar ropa.
Y como la propuesta de una ducha siempre es tentadora allí fuimos al dia siguiente. Nunca imaginamos que conocerla a ella nos abriría la puerta a tan linda amitad y a tan hermosas personas. Y aun mas: nos daría la posibilidad, repentina y sorpresiva de acompañarlos a la aventura de casi 8 dias para conocer el famoso Roraima!! Sobraban dos lugares en una excursión, ya pagos y el dinero no seria reintegrado a quienes habían pagado por el… asi que ahí llegamos nosotros. Mejor oportunidad, imposible!
De manera muy rápida nos preparamos las cosas para salir: mucho abrigo, ropa para cambiar por si llovia (es muy común que llueva casi todo el dia), piloto para la lluvia, varios pares de media, comida energética y cantidad de cosas que tenían que ser la menor cantidad posible como para llevar poquitísimo peso y no sufrir los 100 kilometros que caminaríamos esos casi 8 dias.
El Tepuy Roraima para nosotros significaba todo un misterio, poco sabíamos de él pero mucho aprendimos de esos días. Los Tepuyes son las formaciones expuestas más antiguas del planeta, y se trata de una especie de “montaña recortada”, una meseta abrupta, con paredes bien verticales que segun se dice nunca estuvieron cubiertas por el agua. Desde lejos una formación como esta se llega a ver como algo impresionante y ante todo imposible de subir. Desde abajo nos preguntábamos: cómo podíamos llegar arriba?!
El nombre Roraima tiene origen Pemon y significa “montaña o morada de los dioses”. Si bien en la Gran sabana se ven muchos (hay mas de 250) nosotros tuvimos ante nuestros ojos y caminamos hacia dos de los integrantes de la cadena de Tepuyes llamada Sierra de Pacaraima: el Kukenan (2680 metros sobre el nivel del mar) y el Roraima (a 2810 msnm).
El primero es el del mal, el segundo el del bien. Existen leyendas sobre esto y se dice que al primero, el Kukenan, esta prohibido subir o que muchos quedan en el camino. Nosotros por suerte nos dirigimos al segundo.
Fue un grupo grande de puros venezolanos…. Todos con la mejor onda!
No sabemos como explicar lo que vivimos esos días porque excedió nuestras expectativas y llegó a ser uno de los mejores momentos de este viaje que ya lleva mas de 3 años y medio.
El sacrificio es mucho  pero para quien quiera y pueda hacerlo se lo recomedamos por completo. La caminata puede resultar dura, pesada por llevar equipaje pero la Gran Sabana es sin dudas uno de los lugares mas bellos de nuestro continente, caminarla es todo un placer.





Caminamos dos días partiendo desde el pueblo de Paraitepuy, durmiendo por las noches en un campamento con risas entre los dolores que el cuerpo empezaba a mostrar y cielos que nos deslumbraban de belleza. Cada vez veíamos mas cerca al Kukenan y al Roraima, cada vez repetíamos con mas fuerza la pregunta de cómo haríamos para subir… seriamos capaces? Se veía tan vertical la subida!






El tercer dia fue la prueba de fuego y empezamos a subir metros y mas metros. Si, lo logramos… llegamos a los 2800 metros sobre el nivel del mar casi sin dificultades, con el clima a nuestro favor, sin lluvias y atravesamos el momento más difícil: “el paso de las lágrimas” que con su nombre permite imaginar que se trata de un precipicio pronunciado de rocas super patinosas en si mismas y nada agarradas al suelo, coronado por una cascada que hay que atravesar… o sea, un riesgo total.
Una vez arriba la emoción por haber llegado fue algo indescriptible y el cansancio enorme, pero ganó mas la curiosidad por querer ver mas y mas de ese mundo nuevo que descrubriamos alla arriba. Realemente es un mundo aparte, es otro planeta… hasta algunas veces nos sentíamos como caminando en la luna con esos paisajes de rocas negras y neblina casi constante. Cada tepuy tiene en su superficie un ecosistema único, que no se repite en ningun otro lugar del planeta, ni siquiera en otros tepuyes, y el del Roraima es algo que ni las palabras ni las fotos alcanzan a contar. Animales existen pocos, solo unas pequeñisimas ranitas negras, algun que otro gorrion, alacranes... todo, excepto la vegetacion color verde tiende al color negro.




Una vez arriba lo caminamos por tres dias; exploramos y recorrimos el Tepuy de un extremo a otro, dormimos en cuevas de grandes rocas y en noches de estrellas fugaces como pocas, nos zambullimos en sus aguas heladas y cristalinas y miramos desde lo alto al borde de precipicios repentinos. Un cumpleaños mas de Guille que hasta tuvo su velita para soplar y muchas, pero muchas ampollas que no impidieron que aprovechemos al maximo cada momento.
Dicen que si uno mantiene el silencio, sino grita y lo respeta el Roraima te responde con buen clima, sin llover y asi fue para nosotros. Lo disfrutamos con un clima ideal (aunque la niebla es inevitable) conociendo sus partes mas verdes y sus partes de solo piedras negras. Caminamos sobre cuarzos y mas cuarzos, sentimos su energía y bebimos su agua, que según dicen es una de las aguas mas cargadas energéticamente y mas puras del planeta. 




No queríamos volver más. Queríamos continuar con esa conexión hermosa con la naturaleza, sin tecnologías cerca pero el regreso llego y rápidamente llegaron los celulares, y todas esas cosas sin las que el ser humano no consigue vivir mas de una semana.
Despues, una despedida a puro asado, cerveza, baile y karaoke con esa gente increíble que conocimos. Seguimos camino; el siguiente paso era Brasil y eso nos emocionaba mucho. Todo un país inmenso por conocer, el gran amazonas ahí cerquita para navegar! Seguimos en nuestra Maslinda, en paz, renovados por esos días que fueron UNICOS y dijimos adiós a Venezuela y su gente linda FELICES.






DATO DE INTERÉS: Se acaba de estrenar en Venezuela una pelicula filmada en parte en el Roraima, para que disfruten al menos detras de la pantalla y quizas a algunos, algun dia los anime a ir tambien a caminar esos lados! El nombre de la pelicula es: "LA DISTANCIA MAS LARGA".

1 comentario:

  1. Hola muy buen blog, Me gusto esa frase "... y todas esas cosas sin las que el ser humano no consigue vivir mas de una semana...." te doy toda la razón. Esas distancias tan largas siempre te dejan una sensación de vida sin precedentes! Saludos!

    ResponderEliminar